Ser responsables de la contratación de un nuevo integrante para nuestra empresa no significa que debamos sentirnos superiores y elevar nuestro ego, debemos estar consientes que somos el medio para que, por un lado, el área con la vacante obtenga a la mejor persona para desempeñar las tareas que ayuden a alcanzar los objetivos de la compañía y, por otro lado, el candidato encuentre un buen lugar para trabajar, desarrollarse y superarse profesionalmente. ¿Somos pieza fundamental? sí, pero que no se nos suba.

Por esto les compartimos estas sencillas acciones que pueden mejorar la percepción de otras personas hacia nosotros y abrirnos las puertas a nuevas oportunidades al mostrarnos más amables y empáticos con los demás. Además recuerda que somos representantes de la marca.

Brindar confianza

Mucho se dice acerca de la etapa del ice-breaker en la entrevista, pero pocos la llevan a cabo de forma natural. Entrar en un ambiente de confianza para que el candidato tenga más apertura con nosotros y sea más sincero y auténtico, es de vital importancia. Si entramos con «aires de grandeza» ese ambiente simplemente no se dará y repercutirá negativamente en nuestros resultados.

Mostrarse como un aliando, facilitará en gran medida el proceso. Ejemplo: decirle y reiterarle una o dos veces durante la entrevista que si tiene dudas las exprese o que si algo no le queda del todo claro nos lo haga saber

Las futuras oportunidades

Todos sabemos de memoria las líneas «Vamos a mantener sus datos en el archivo» o «Voy a pasar sus datos a mi colega». Los solicitantes de empleo no creen estos por un segundo, así que ¿para qué molestarse en decir algo que no sucederá?

El tiempo de búsqueda de empleo es tan valioso como el tiempo de reclutamiento, así que no lo pierdan.

Proporcionar información real acerca de la aplicación de alguien es una mejor manera de interactuar con los candidatos y les ayudará a convertirse en mejores prospectos en el futuro. Si realmente crees que hay otra oportunidad a la que pueda aplicar, asegúrate de ponerte en contacto después de la entrevista y ampliar la información sobre ésta o darle la orientación necesaria para que él siga adelante por su cuenta (en caso que esa vacante no la tengas asignada). De lo contrario, simplemente asumirán que le estás tratando de dejar que fuera de manera sutil y el candidato entenderá que es tiempo de buscar otra oportunidad con otra compañía.

Retroalimentación

Otras frases comunes en nuestro día a día son «Usted escuchará de nosotros de cualquier manera» o «Nos le llamamos» son a menudo las palabras de despedida que significan que el candidato no volverá a saber de nosotros. Es cada vez más común que los candidatos nunca reciban retroalimentación durante el proceso de solicitud y entren en un agujero negro de espera interminable.

Es desconsiderado de nuestra parte el hecho de no proporcionar información después de una entrevista. Si un candidato se ha tomado el tiempo para responder a nuestras preguntas, ha mostrado interés por formar parte de nuestra empresa, lo menos que podemos hacer es hacerles saber lo que está pasando. Una llamada o un correo electrónico agradeciendo su interés y comentándole sobre la resolución de la vacante, es un gesto atento que no quita más de tres minutos (si puedes darle algún consejo para su próxima entrevista o hacerle saber la razón por la que no fue elegido, sería fenomenal). Al final de cuentas estamos en todo nuestro derecho de descalificar a un candidato, pero no hay porqué hacerlos sufrir.

Si estás de acuerdo con esto, nos gustaría leer tus comentarios y saber qué otras acciones realizas. Si no lo estás, también quisiéramos conocer tus razones.

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