Selecciona jugadores, gente que se ponga la camiseta y se preocupe por hacer lo posible para pertenecer a un equipo ganador, no a quien solo se vea bien con el uniforme.
En ocasiones anteriores escribí acerca de estudios que encontraron que incluso los reclutadores expertos son susceptibles a errores de percepción (ver ¿Eres tu PROPIO enemigo al reclutar?). Tom Monahan nos cuenta una historia parecida. A él, por ser muy alto y de hombros anchos a los 13 años, lo seleccionaban instantáneamente como jardinero central para los juegos de béisbol en la escuela. Este jardinero es el más importante pues cubre un área mayor en la cancha y además debe coordinar las acciones de los otros jugadores para evitar colisiones, entre otras responsabilidades. El problema era que a pesar de su presencia atlética y aparente gran potencial, era un pésimo jugador de béisbol. Sigue leyendo